Brigadas de Búsqueda: Day 7

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A Quest Journey

信仰への旅

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I have always wanted to do a quest journey.  A few times in my life, I have been lost — unable to find my way through, confronted by all the things I was supposed to or must do.  This desire was accompanied with lots of anxiety, mainly fears of safety and, of course, death.  I know that safety and the pandemic were the main issues for me to participate in the brigadas de búsqueda. A few times while driving down to Baja, I thought of going back home and forgetting the brigadas. But I knew I would have regrets. I was so proud when Debby and I went to Japan in 2012, a year after the great earthquake that caused insurmountable deaths and environmental disasters such as the nuclear power plant meltdown in Fukushima. I remember driving into the exclusion zone in Fukushima: the abandoned town, some houses ready to collapse, and the air thick  and dusty. Our Geiger counters beeping constantly, announcing a big exposure of radiation.  I don’t know why I am sharing this, but I guess is because we were extremely concerned about our health and safety. Now here, in Mexicali, in a border town, the beginning of the great desert of Arizona, we went to look for remains in the dunes 150 meters from the border. It was a hot day and the directions were to bring water, be walking with at least one person and ask for help if you need it. It was a positive day. A volunteer found human bones in the desert. Miguel confirmed the bones; they were human bones. The crime scene team and some members of the Brigada went in to do the official report. The rest of us waited under the bridge to protect ourselves from the intense, calcinante (scorching) sun. Two hours later Miguel arrived with a bag of clothes. He had found the bag on his way back. It was full of new clothes, medicine, a notebook, hygiene items and a postcard of San Juditas Tadeo.  I couldn’t identify how I felt. Sometimes I need time to process what just happened. Little by little I was remembering how I crossed the border, the dunes, the families, the postcard of la Virgencita de Guadalupe in my pocket. Praying that if I made it through safely, I would definitely believe in her and would be a good person. I still don’t believe in La Virgencita,  but this trip with the Brigadas has been a quest journey for me.

Siempre quise hacer un viaje de búsqueda espiritual. Unas cuantas veces en mi vida me he perdido sin poder encontrar el camino, confrontado por todas las cosas que supongo o debo hacer. Este deseo iba acompañado de mucha ansiedad, principalmente miedo a la seguridad y por supuesto a la muerte. Sé que la seguridad y la pandemia fueron los principales temas para participar en las brigadas de búsqueda. Algunas veces mientras manejaba a Baja, pensé en volver a casa y olvidarme de las brigadas. Pero sabía que me arrepentiría. Estoy muy orgulloso cuando Debby y yo fuimos a Japón en 2012, un año después del gran terremoto que causó muertes insuperables y desastres ambientales como la planta nuclear de Fukushima. Recuerdo conducir por la zona de exclusión de Fukushima, la ciudad abandonada, algunas casas a punto de derrumbarse y el aire espeso y polvoriento. Los dispositivos sonaban constantemente anunciando una gran exposición a la radiación. No sé por qué estoy compartiendo esto, pero supongo que es porque estábamos muy preocupados por nuestra salud y seguridad. Ahora aquí, en Mexicali, en un pueblo fronterizo, ahi empieza el gran desierto de Arizona, fuimos a buscar restos en las dunas a 150 metros de la frontera. Era un día caluroso y las indicaciones eran traer agua, estar caminando con al menos una persona y pedir ayuda si la necesitabas. Fue un día positivo. Un voluntario encontró huesos humanos en el desierto. Miguel confirmó los huesos eran humanos. El equipo de la escena del crimen y algunos miembros de la brigada fueron allí para hacer el informe oficial. El resto los esperamos bajo un puente para protegernos del sol intenso y calcinante. Dos horas después llegó Miguel con una maleta de ropa.  La encontré en su camino de regreso, estaba llena de ropa nueva, medicinas, un cuaderno, artículos de higiene y una postal de San Juditas Tadeo. No pude articular cómo me sentía; a veces necesito tiempo para procesar lo que ya sucedió. Poco a poco fui recordando cómo cruce la frontera, las dunas, las familias, el postal de la Virgencita de Guadalupe en mi  bolsa de pantalón. Rezando para que si saliera de esta, definitivamente iba a creer en ella y me iba a volver una buena persona. Todavía no creo en la Virgencita pero este viaje con brigadas ha sido de seguro un viaje de búsqueda espiritual para mí.


ブリガーダ・デ・ブスケダ7日目

昔から精神的な探求の旅に出てみたかった。人生で何度か迷ったことがあった。そういった時は、義務や責任に行く手を阻まれ、どうすれば良いのかわからなかった。この旅への欲求には、大きな不安が伴った。それはもちろん安全性への心配であったが、死への恐怖もあった。今回、ブリガーダ・デ・ブスケダに参加するにあたっての一番の不安は、捜索の危険性とコロナのパンデミックであった。バハに向かう車の中で、ブリガーダなど忘れて、帰ろうという思いが何度か頭をよぎった。しかし、そんなことをすれば絶対に後悔することはわかっていた。たくさんの死者が出て、福島の原発のメルトダウンなど環境問題も引き起こした東日本大震災から一年後の2012年に、私とデビーが日本に行った時は、とても達成感があった。私たちが福島の帰宅困難区域内を車で移動した時のことを覚えている。今にでも崩壊しそうな家のある、ゴーストタウンと化した街。空気は重く、ホコリに満ちていた。ガイガーカウンターは常に鳴っていて、放射能の危険を伝えていた。なぜ今この話を思い出したのかわからないが、当時も安全性や健康面での不安を抱えていたからかもしれない。ここ、アリゾナ砂漠の始まりに位置する国境沿いの街、メヒカリでは、国境から150メートルのところで遺体の捜索をした。その日は暑かったため、水を持ち歩き、必ず誰か一人と一緒に行動し、必要な時はすぐに助けを求めるよう、指示されていた。実りある一日だった。あるボランティアが砂漠地帯で人骨を発見したのだ。ミゲルがそれを確認し、確かに人骨だということがわかった。犯罪現場チームとブリガーダのメンバーが正式に届け出をしに行った。残った捜索チームは、照りつける太陽から逃れるために橋の下で待機した。2時間後、ミゲルは服の詰まったバッグを持って戻ってきた。届け出をした帰り道に見つけたらしい。そのバッグには、新品の服、薬、ノート、衛生用品と、サン・フディタス・タデオのハガキが入っていた。その時の心境は言葉にならない。何が起こったのかを理解するのに少し時間が必要な時がある。国境を超えたことや、砂丘、被害者家族、私のポケットに入っているグアダルーペの聖母のハガキを思い出した。そして私は、無事に帰れたら絶対に聖母を信じ、誠実な人として生きることを誓う祈りを捧げた。結局、まだ聖母を信仰するには至っていないが、このブリガーダとの旅は私にとって信仰への旅となった。

Japanese translation provided by Artoka (Translator: Kasumi Iwama, Editor: Chika Terada)