December 12, 2023

(Spanish Follows)

Today was one of the coldest nights yet this winter. As I readjusted in bed, seeking the warmest spot for a restful sleep, a persistent scratching at my door around 7 am signaled the arrival of Canelo, wagging his tail eagerly. As I opened the door, he leaped onto the bed, also searching for that cozy warmth. His affectionate nips and bites seemed his way of expressing gratitude to the one who provides his meals twice a day.

After the playful chaos settled, he nestled in for a while.

Following my usual routine, I reached for my phone, scanning through emails, various platforms, and then the news. However, one piece of news triggered bitter sensations, an overwhelming emotion that lingered heavily. Yesterday marked the global boycott against Israel's state of terror toward Palestine. A friend and I decided to postpone any digital international transactions in solidarity with the boycott. Within the art community of San Francisco, there's a push for public denunciation of Israel's actions. Despite joining these efforts, a lingering heaviness remained, realizing that the focus on Israel or Palestine in the war is less important than who benefits from it. The real issue lies with those perpetuating atrocities by supplying armament and ammunition. Today, the US government mentioned Israel's use of White Phosphorus—an incendiary substance used to conceal troop movements, but also inflicting fatal burns and corrosive harm. Evidence suggests its use by the Israeli army in Lebanon, a distressing reminder that these munitions are manufactured in the USA. The gravity of these decisions is appalling, begging the question of what necessary measures are needed to halt this cycle of destruction.

Poster by artist Melanie Cervantes

Another day passes, and sometimes I wish to join on a pilgrimage to Tepeyac, not to ask the Virgen of Guadalupe on her day, December 12th, for forgiveness for all my misbehavior, but to join in the energy of these devoted people and pray to halt this devastating war, stop the genocide of the Palestinian people and to end once and for all the profitable business of war. And the minimum, to have a loyal companion and every morning to be greeted with a wagging tail and gentle paws scratching at the door. And to feel safe and protected with your family to have clean water and food. I wish, I wish, and I wish. And as Leon Gieco's song says, I only ask God not to be not indifferent towards war!!


Hoy fue una de las noches más frías de este invierno. Mientras me reacomodaba en la cama, buscando el lugar más cálido para un sueño reparador, un rasguño persistente en mi puerta alrededor de las 7 am señala la llegada de Canelo, moviendo su cola con entusiasmo. Cuando abrí la puerta, saltó sobre la cama, buscando también ese calor acogedor dentro de la cama. Sus afectuosos mordiscos parecen su forma de expresar agradecimiento a quien le proporciona sus alimentos dos veces al día.

Después de los lengüetazos y látigos de cola  se calma  y se acurruca un rato.

Siguiendo mi rutina habitual, tomo mi teléfono y reviso los correos electrónicos y varias plataformas y luego las noticias. Sin embargo, una noticia desencadenó sensaciones amargas, una emoción abrumadora que persistió en mi pecho. Ayer se marcó el boicot global contra el estado de terror de Israel hacia  el pueblo de Palestina. Un amigo y yo decidimos posponer cualquier transacción internacional digital en solidaridad con el boicot. Dentro de la comunidad artística de San Francisco, existe una presión para que nos pronunciemos en contra del terror del estado de Israel. A pesar de sumarse a estos esfuerzos, persiste una pesadez persistente al darme cuenta de que centrarse en Israel o Palestina en la guerra es menos importante que quién se beneficia de ella. El verdadero problema reside en quienes perpetúan atrocidades mediante el suministro de armamento y municiones.

Hoy, el gobierno de Estados Unidos mencionó el uso por parte de Israel de fósforo blanco, una sustancia incendiaria utilizada para ocultar los movimientos de tropas con humo y fuego y  también causa quemaduras mortales en el cuerpo  y daños corrosivos en los huesos.Hay  evidencias de su uso por parte del ejército israelí en el sur the Líbano. 

Un angustioso recordatorio de que estas municiones se fabrican en Estados Unidos. La gravedad de estas decisiones es atroz y te hace cuestionar cuáles son las medidas necesarias para detener este ciclo de destrucción.

Pasa otro día, y a veces deseo unirme a la  peregrinación del Tepeyac, no para pedirle perdón a la Virgen de Guadalupe en su día, por toda mi mala conducta, sino para unirme a la energía de estas personas devotas y orar a detener esta guerra devastadora, detener el genocidio del pueblo palestino y poner fin de una vez por todas al rentable negocio de la guerra. Y lo mínimo, tener un compañero fiel que cada mañana te reciba el día, meneando la cola y arañando suavemente la puerta con sus patitas. Y sentirte seguro y protegido junto a tu familia, tener agua limpia y comida. Deseo, deseo y deseo. Y como dice la canción de León Gieco, “ Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente!!”

Jose NavarreteComment